Durante la bancarrota nacional caen todas las garantías nacionales y las personas pierden sus ahorros.
Sin embargo, también existen personas que durante las crisis, en lugar de perder dinero, ganan. Estas son las personas que invirtieron en activos tangibles, principalmente en oro.
En la actualidad, muchos países corren el riesgo de la bancarrota. Los Estados Unidos de América y los países más desarrollados de la Unión Europea están atrapados en una enorme deuda. La fragilidad de la moneda única europea afecta de manera negativa a todo el mundo. En los últimos años, la deuda nacional de los Estados Unidos de América ha crecido casi cuatro mil millones de dólares diariamente, y alcanza el trillón de dólares anualmente.
La Reserva Federal de EE. UU., el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional están bombean de forma continua trillones de dólares y euros a la economía para evitar la quiebra inmediata de los países endeudados. Si estos países se fuesen a la quiebra provocarían una reacción en cadena que podría causar la caída del sistema financiero mundial y el surgimiento de una crisis global.
Un asesor financiero probablemente le recomiende los denominados activos en papel, tales como: “depósitos a plazo, cuentas de ahorro, pensiones, participaciones en fondos de inversión, acciones corporativas, varios tipos de bonos, etc.”, pero tales activos son los más afectados durante las crisis. En el mejor de los casos pierden decenas de por ciento de su valor. Además, son documentos legales, ósea que si la persona que se los entregó, se declara en bancarrota, no podrá recuperarlos. Así que podría perder todo su dinero.
Hoy en día, ninguna moneda ni títulos de crédito están protegidos. El oro, sí.
Todas las monedas actuales en el mundo ya han sido autorizadas, es por eso que muchos bancos centrales pueden libremente poner más y más dinero en circulación. Como consecuencia, la tasa de inflación aumenta y, además, la quiebra de un Estado puede devaluar su moneda por completo.
Hoy en día, oro representa una moneda mundial la cual sería la única válida en caso del colapso del sistema financiero mundial y su valor no se vería afectado, por lo contrario, tendría un rendimiento significativo.
En los últimos 100 años, el dólar americano ha perdido 98% de su valor original.
La alta inflación devalúa los ahorros almacenados en los activos de papel, tales como dinero en efectivo o en títulos de crédito. El oro es inmune a los efectos de la inflación.
El precio del oro y de otras materias primas la mayoría de las veces sigue la evolución de los mercados de valores. Sin embargo, si caemos en una situación de crisis, su precio se eleva considerablemente. Y por eso, la demanda del oro se elevará rápidamente durante una baja oferta especulativa continua. Así su valor aumentará de manera drástica, independientemente de la moneda en la que puede volver a calcular.
El riesgo de la bancarrota del sistema financiero mundial ha estado aumentando en los últimos años. Cada vez más personas están comprando oro debido a que representa un manera confiable para protegerlos de la quiebra.
